El Síndrome de Disfunción Cognitiva. Un problema de animales mayores

 

La disfunción cognitiva es un proceso fisiológico normal que se produce en mayor o menor medida en todos los animales con integración nerviosa compleja.
Puede ser menos evidente en tus mascotas que en otros miembros de tu familia. No te van a contar que no se acuerdan de algo o van a relatarte experiencias del pasado como si fueran nuevas, sin embargo pueden producirse cambios como la falta de reconocimiento de los miembros de la familia, de los espacios, desorientación y estados mentales alterados.
Como en los seres humanos, se debe al envejecimiento de los tejidos, sin que se hayan establecido suficientemente las causas, por lo tanto es un problema que va a ser progresivo, crónico y degenerativo.
Es un síndrome que se aprecia en animales que han superado la madurez y se encuentran en la etapa de geriátrico o senior y sus cambios pueden ser a menudo muy sutiles y sólo detectados por los miembros más cercanos de la familia. Pueden incluir:

  • Desorientación y falta de reconocimiento de espacios físicos.
  • Pérdidas de memoria (en gatos es común que olviden dónde se encuentra su arenero y defequen y orinen por la casa).
  • Vocalizaciones y llantos sin motivo.
  • Menor actividad.
  • Pérdida de la capacidad de reconocer a la familia e incluso comportamientos anómalos con ellos como agresividad.
  • Cambios en rutinas de sueño, de juego, etc.

Nuevamente, la elaboración de un diario médico nos va a ayudar a determinar muchos de los orígenes y a relacionar diferentes signos. Si no sabes cómo hacerlo consulta el post en el blog.

La información de su historia clínica es de un valor capital en el diagnóstico de la enfermedad, ya que puede no haber otras alteraciones físicas. La realización de un chequeo general para animales geriátricos puede ayudarnos a descartar todas las demás posibles causas de comportamientos extraños. Las pruebas de imagen del sistema nervioso central (Resonancia magnética, IRM) nos pueden aportar una información valiosa de estado de su cerebro, por lo que siempre han de considerarse.
¿Qué hacemos para tratarlo o prevenirlo?
Lamentablemente, no existe una cura para este proceso. Como comento es degenerativo, aunque existen terapias médicas que han demostrado frenar su avance en el perro, no así en el gato.
Los remedios que pondremos serán meramente paliativos, es decir aumentar la actividad neurológico de nuestras mascotas, evitar el estrés y los cambios bruscos de ambientes.
El juego con juguetes enriquecedores (muy visuales o que requieran un pequeño razonamiento) pueden dar resultados.

Otro campo sobre el que actuar es la delimitación de rutinas serias, en las que se establezcan horas fijas de comidas, paseo, juego, etc

A modo de prevención, la única recomendación es la realización de todos estos ejercicios que te ofrezco como tratamiento: el juego útil y una buena alimentación con alimentos nutritivos y completos pueden ayudar a que la patología no se llegue a instaurar.

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